¿Qué es la inteligencia empresarial?
Inteligencia empresarial (BI) es el conjunto de procesos necesarios para ofrecer una solución informática que analice el funcionamiento de nuestra empresa.
Este conocimiento nos permitirá optimizar este rendimiento tomando las decisiones pertinentes.
Dentro del mundo del BI, hay múltiples soluciones posibles. Como cada empresa tiene su casuística, una explicación totalmente razonable para unas empresas puede no ser adecuada para otras.
Podemos utilizar la industria del automóvil como ejemplo. Mientras que para una empresa la solución perfecta será un coche urbano, para otra será un 4×4, para otra un monovolumen, para otra un camión, etc. Incluso habrá alguna que necesite una flota completa de vehículos.
Dentro de las soluciones de BI, existen diferentes opciones. Al apoyarse en tecnologías de rápido desarrollo, estas soluciones cubren nuevos aspectos y mejoran otros.
Así que los que se incluyan primero darán paso a otros que surgirán con el tiempo.
En cualquier caso, las soluciones más comunes (en conjunto o sólo algunas de ellas) son las que se basan en la creación de informes tanto predefinidos como personalizados, junto con su distribución de forma automatizada (reporting o informe corporativo).
Algunas soluciones serían:
- La previsión de resultados (forecasting)
- Herramientas de consulta para usuarios avanzados (query), incluido el acceso a cubos multidimensionales (OLAP).
- Cuadros de mando (scorecards)
- Almacenes de datos especiales (data warehouses o datamarts).
Las soluciones de BI están en proceso de transformación. Van desde los sistemas utilizados para la medición de datos corporativos y la elaboración de informes relacionados hasta el apoyo a las funcionalidades de análisis, previsión y descubrimiento de datos.
De este modo, podemos ver que el Business Intelligence se apoya en gran medida en el Big Data con el análisis y el desarrollo de datos.
Soluciones de inteligencia empresarial para mejorar los procesos
Pongamos un ejemplo para ver cómo se utilizan estas tecnologías; este ejemplo es el de una gran empresa en la que se requieren todas estas funcionalidades. Nos ayudará a entender dónde encaja cada una de ellas en nuestras empresas.
Imaginemos una empresa que tiene diferentes programas de software en uso: un ERPun programa especialmente desarrollado para controlar sus sistemas de producción, un CRM, etc.
Aunque no siempre es necesario cruzar los datos de un sistema con otros, se hace hasta cierto punto. Esto implica que debe hacerse de forma externa. Por ejemplo, en las hojas de cálculo, los usuarios avanzados recogen datos de diferentes sistemas y los cruzan.
Es un sistema muy propenso a errores, además de ser caro (siempre necesita personal disponible) y lento (este personal tiene que preparar en cada caso el tipo de información que se requiere).
Soluciones de BI permiten prepararlo con antelación. Existen diferentes tipos de soluciones (por ejemplo, basadas en metadatos), pero las más conocidas son los almacenes de datos especiales.
Esto permite disponer de estos datos después de procesarlos para corregir y/o descartar errores (como fechas chocantes de otros siglos, zonas geográficas mal escritas, etc., se comparten).
Además de almacenarlos con las agrupaciones previas necesarias (temporales, geográficas, por tipo de negocio, otras), cualquier informe, cuadro de mando, etc., que los necesite será mucho más eficiente.
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Estos almacenes de datos únicos tienen muchas más funcionalidades interesantes. Sin embargo, para algunos casos concretos, pueden no ser la solución perfecta (este post no pretende ser un tratado sobre el tema). Como siempre, dependerá de cada caso, y para eso están los especialistas en estas tecnologías.
Uso de los datos en función del departamento.
Una vez que tengamos estos datos preparados y cruzados, los usuarios sólo tendrán que desarrollar una parte de ellos.
Por ejemplo, los informes predefinidos con una cadencia determinada serán útiles para las visitas de ventas semanales. Otros, como los directores de ventas, necesitarán datos agregados de ventas de productos por proveedor y geografía.
Los directivos o gestores de objetivos necesitarán cuadros de mando para seguir la evolución de los indicadores clave de la empresa. Se utilizarán para medir la utilización de camas o las visitas por paciente en el sector hospitalario.